miércoles, 25 de abril de 2012

"PSOE: Así, no". Por Miguel Ángel Brugera Pizarro


Son muchos los que se preguntan, en esta situación de crisis tan profunda, importante y tan dramática para Europa y para España, cómo es posible que sea en este momento cuando la desafección y la falta de confianza de los ciudadanos con respecto al PSOE sea mayor que nunca. Una crisis provocada por los especuladores y los mercados, que ahora quieren dar lecciones a todos los Gobiernos de cómo hay que hacer las cosas mientras han inducido el mayor crack del capitalismo de la historia, poniendo en grave riesgo todos los avances sociales que la izquierda democrática, con el apoyo ciudadano, ha conseguido desde la Segunda Guerra Mundial. Por esa desafección hacia los socialistas, no en vano las últimas encuestas nos dicen que el desgaste del Gobierno de Rajoy es importante pero que todo lo que se deja la derecha no lo rentabiliza el PSOE, que se estanca, que no avanza. Lo capitalizan Izquierda Unida y UPyD.
La respuesta es fácil: la sociedad actual, mucho mas informada y mas critica, con un mayor acceso a la información, no tolera el engaño. Los ciudadanos de izquierdas, susceptibles de prestar su apoyo, a través del voto, en los sucesivos comicios electorales al PSOE, no están dispuestos a permitir que  sobrepasemos determinadas líneas rojas. Los ciudadanos valoran en un partido de izquierdas como el nuestro, la honestidad; que cuando se diga izquierdas se haga izquierdas; la transparencia y la decencia política. No se puede decir una cosa y hacer o practicar la contraria. No se puede criticar en su momento al Sr. Guerra Zunzunegui (miembro del Partido Popular) por quererse perpetuar en la poltrona de diputado por Palencia y que ahora el diputado del PSOE por esta provincia quiera hacer lo mismo.
Creo sinceramente que nos hemos equivocado en el pasado y nos seguimos equivocando en el presente. No es de recibo que la última actuación de un Consejo de Ministros socialista sea la de indultar a un banquero juzgado y condenado, pero tampoco es entendible que el gobierno socialista en lugar de legislar en favor de la decencia fiscal y que pague mas el que mas tiene, también las grandes fortunas, apruebe una reforma laboral dura e injusta para los trabajadores de este país, como la que se aprobó sin el apoyo ni el consenso de los sindicatos. Una reforma laboral defendida en el Congreso de los Diputados por Alfredo Pérez Rubalcaba y apoyada con entusiasmo por el diputado del PSOE por Palencia, por cierto, el mismo que ahora se pone tras la pancarta sindical para protestar y criticar al Gobierno del PP por hacer lo mismo que hizo él.
Como es lógico, este tipo de actitudes no ayudan a recuperar la credibilidad y la confianza que el PSOE ha perdido de los ciudadanos. Pero claro, lo que no mejora empeora. Llegaron las elecciones generales, y ocurrió que el PSOE, y como es lógico nuestro cabeza de cartel, Alfredo Pérez Rubalcaba, perdió esos comicios con el peor resultado electoral de la historia reciente para el Partido Socialista. Lejos de asumir responsabilidades políticas, como sería lógico después de una debacle electoral semejante, decide presentarse como candidato a la Secretaría General en el último Congreso Federal del PSOE, cargo que gana por 22 votos, dando la espalda a la voluntad popular que decidió clamorosa y democráticamente retirarle su apoyo en las últimas elecciones generales. Fue un Congreso Federal que está sirviendo de coartada a muchos grandes perdedores que, como hizo el líder, tampoco asumen sus responsabilidades políticas y se presentan, cual triunfadores del fracaso a sus respectivos congresos territoriales para mantenerse en la poltrona desoyendo el clamor popular.
Y aquí, en nuestra tierra, tenemos ejemplos muy clarificadores: el de Oscar López,   anterior Secretario General del PSCL-PSOE y actual Secretario de Organización Federal, cuyo resultado electoral fue una catástrofe en Castilla y León y parece ser que por tan alto honor se  asciende a  este hombre, sin empleo conocido fuera de la política (otro más), a la cúpula  del PSOE nacional. Pero tenemos ejemplos mas cercanos, como el de Julio Villarrubia, el todavía Secretario General de los socialistas palentinos y flamante Secretario General del PSCL-PSOE, cuyos resultado electorales fueron un homenaje al desastre.
Y esta bola de despropósitos crecerá y culminará con la celebración de los congresos provinciales, donde el escenario será similar. En nuestra provincia, sin ir mas lejos y con toda posibilidad, serán candidatos para dirigir el PSOE palentino, o Julio López, cabeza de cartel en las últimas elecciones a las Cortes de Castilla y León, con unos resultado espectaculares, pero por malos, o Miriam Andrés, Senadora y Secretaria de Organización del PSOE palentino, la misma que para valorar tan pésimas cifras de votos convoca a todos los afiliados socialistas a una chocolatada en un céntrico restaurante-discoteca de la capital palentina. La misma que define como “anécdotas” las bajas de compañeros que abandonan el PSOE o la militancia activa.
Esta situación lamentable de crisis de valores en la que se encuentra nuestro partido, no sólo provoca el distanciamiento de los ciudadanos. También provoca la frustración y el descontento de los afiliados del PSOE  que pagan sus cuotas. En Palencia, haciendo una estimación, más del 40% no participa en ninguna de las pocas actividades o reuniones que se convocan.
Pero, para ser justos, el distanciamiento de los ciudadanos con respecto al PSOE no sólo lo provocan los dirigentes. También se produce por culpa de aquellos que desde su posición aparentemente discrepante lo que en realidad pretenden es eso tan manido en política de quítate tú que me pongo yo. Las frustraciones, mezquindades, miserias políticas y ambiciones desmedidas son malas consejeras. Uno no puede esconderse detrás de “muchas cosas por hacer” o algo parecido, para en realidad querer estar en misa y repicando. Pretender seguir formando parte de una Ejecutiva Provincial y a la vez criticarla. No es presentable utilizar de forma interesada el discurso político de las ideas como método antifrustración  y palanca para volver a ser el cargo publico que se dejó de ser. Hay quien el mejor papel lo hace dando clase en el colegio, y no intentando aparentar quien no es. No es bueno escudarse en el discurso falsamente discrepante para recuperar, por ejemplo, una liberación económica. La credibilidad se gana, no se busca detrás de las pancartas para luego intentar solucionarse la vida en la política. Las cosas no se hacen así. No se puede un día criticar duramente la gestión de un compañero y al día siguiente manifestarle su apoyo incondicional.  Así no. Y por supuesto,  los que se definen con eufemismos como discrepantes, progresistas… etc, decirles que no cuenten conmigo. Que me han defraudado y que no soy como ellos. Porque soy crítico y de izquierdas como actitud ante la vida. En definitiva, me apena decir que soy pesimista con el futuro del PSOE mientras los dirigentes de mi partido sigan instalados en la incoherencia. Mientras no se reconozca que nos hemos equivocado y se siga abusando de la soberbia echando la culpa a la crisis y a otros de nuestra propia incapacidad; mientras no seamos capaces de abrirnos a la sociedad, a los simpatizantes, sin cortapisas, no seremos capaces de recuperar la credibilidad  y la confianza que el PSOE ha perdido de los ciudadanos. Tenemos que estar en las calles, en la sociedad, con los ciudadanos, sentir como nuestra la causa de la izquierda para recuperar la alianza y la complicidad con la sociedad civil. Así sí, volveremos a ser un partido en el que confíe la gente.